La considero una gran fotografía ya que por un lado vemos a una niña sonriendo, que nos transmite alegría y felicidad, mientras mira atentamente al caballo, que con su mirada y postura nos da una sensación de protección, tranquilidad y equilibrio. Por otro lado hay un paisaje vacío, poco poblado, que nos alude a soledad, lo que genera un contraste entre ambas cosas. Me gusta como la fotógrafa, Elsa Medina Castro, supo encuadrar la foto y lograr que la primer mirada vaya directamente al rostro de la ñiña debido al gran contraste blanco y negro que tiene ésta fotografía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario